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viernes, 13 de mayo de 2016

Carillas dentales

¿Qué es una carilla?


Una carilla dental es una carilla es una fina capa de porcelana hecha para ajustarse sobre la superficie frontal de un diente, como una uña falsa se ajusta sobre la verdadera. A veces el material 'composite' es un color natural que se utiliza en lugar de la porcelana.

¿Cuándo voy a necesitar una carilla?


Las carillas pueden mejorar el color, forma y posición de los dientes. Una sombra precisa de porcelana puede ser elegido para dar el color adecuado para mejorar un solo diente decolorado o para aligerar sus dientes delanteros. Una carilla puede hacer un diente astillado aspecto totalmente nuevo. La porcelana cubre la totalidad de la parte frontal del diente, con una sección más gruesa reemplazar la parte rota. Las carillas también se pueden utilizar para cerrar pequeños huecos, cuando ortodoncia (frenos) no son adecuados. Si un diente está un poco fuera de posición, un barniz a veces puede ser equipada para ponerla en línea con los otros.

Carillas dentales
Carillas dentales


¿Cuáles son las ventajas de las carillas?


Las carillas hacen que los dientes se vean naturales y saludables. Debido a que son muy finas y se mantienen en su sitio mediante un adhesivo especial y fuerte, se necesita muy poca preparación del diente. Algunos tipos de carillas no necesitan en absoluto ninguna preparación.


¿Cómo son los dientes preparados para una carilla?


Se puede eliminar parte de la superficie del esmalte brillante y externo del diente para asegurarse de que la carilla se puede unir de forma permanente más tarde en su lugar. La cantidad de esmalte eliminado es pequeña y será el mismo que el espesor de la carilla cuando sea instalada, de manera que el diente se mantiene al mismo tamaño. Se puede usar un anestésico local (inyección) para asegurarse de que no se produce ninguna molestia, pero a menudo esto no es necesario. Una vez que el diente ha sido preparado, el equipo dentista tomará una "impresión". Esto le valdrá al técnico dental, junto con cualquier otra información necesaria para tomar la carilla. El color de los dientes vecinos se corresponde en una guía de colores para asegurarse de que la carilla se verá totalmente natural.

¿Cuánto tiempo tardará en instalarse?


Una carilla lleva por lo menos dos visitas de tiempo. La primera es para preparar el diente y que coincida con la carilla, y la segunda es para adaptarse a ella. Antes de unirlos, tu dentista te mostrará la carilla en tu diente para asegurarse de que estás satisfecho. La unión de la carilla se realiza con un adhesivo especial, que la mantiene firmemente sobre el diente. 

¿Voy a necesitar un barniz temporal entre las visitas?


Debido a que la preparación del diente es tan pequeña probablemente no necesites un barniz temporal. El diente es prácticamente igual después de la preparación, pero lo sentirás un poco menos suave. 

¿Qué ocurre después de instalar la carilla?


Sólo queda hacer unos pequeños ajustes a la carilla después de que se monta. Por lo general es mejor esperar un poco de tiempo para acostumbrarse a ella antes de realizar cualquier cambio. Tu equipo dental probablemente querrá revisarla y pulirla una semana después de que se instale, y asegurarse de que quedas satisfecho.


¿Cuánto tiempo dura?


Las carillas deben durar muchos años; pero se pueden astillar o romper, al igual que tus propios dientes. Tu equipo dental te dirá cuánto tiempo debe durar cada carilla. Las esquirlas de  pequeñas dimensiones se pueden reparar o hacer una nueva carilla si es necesario.

¿Qué otras alternativa hay?


Se puede utilizar un material de relleno de color natural para reparaciones menores de los dientes delanteros. Esto es excelente cuando el diente se puede apoyar en un relleno, pero puede no funcionar tan bien en las esquinas de los dientes rotos. Siempre habrá una unión entre el diente y el material de relleno.

domingo, 4 de octubre de 2015

Cómo enseñar a los niños la importancia de la salud dental

Algunas personas tienen mayor predisposición a desarrollar caries que otras, incluso en una misma familia. 


Para evitar que aparezcan, hay que enseñarles a los pequeños la importancia de la salud dental al mostrarles cómo cuidar sus dientes, incluyendo el uso diario del hilo dental desde temprana edad.


Es importante que los padres practiquen una buena higiene oral y que tanto adultos como niños visiten al odontólogo con regularidad.

Las caries se originan cuando áreas en la dura superficie de los dientes se dañan. Si no se tratan, las cavidades se agrandan y, con el tiempo, se produce dolor, infección y pérdida de dientes, explica el médico Thomas Salinas, de Especialidades Dentales, de Mayo Clinic, en Rochester, Minnesota.

Una combinación de factores puede causar caries, incluyendo las reproducción de bacterias en la boca, una mala limpieza dental y el consumo abundante de bebidas y alimentos azucarados. Si los padres no poseen buenos hábitos de salud dental, es posible que sus bacterias bucales puedan ser transferidas a los niños pequeños, incrementando el riesgo de caries.

Cómo enseñar a los niños la importancia de la salud dental
Cómo enseñar a los niños la importancia de la salud dental 


Debe prestarse especial atención a no compartir los cepillos de dientes, vasos y otros objetos que pudieran transmitir bacterias.

Cepillarse los dientes al menos dos veces al día — e idealmente después de cada comida — es una de las mejores maneras de prevenir caries. Usar un cepillo eléctrico con cabeza rotatoria es una buena elección, ya que realiza una mejor limpieza dental que los cepillos manuales. 

Algunos incluyen un dispositivo que los mantiene encendidos por dos minutos, el tiempo de cepillado recomendado por los dentistas. Así es más fácil que los niños logren una limpieza más meticulosa cada vez que se cepillan los dientes.

Asegurarse de que el dentífrico utilizado por la familia contenga flúor, ya que las investigaciones han demostrado que es efectivo en la reducción de caries. Actualmente, en muchas ciudades se agrega flúor al agua corriente, y así también se ayuda a prevenir las caries.

Asimismo, muchos dentistas aplican tratamientos de flúor durante las revisiones dentales. Para quienes parecen ser particularmente susceptibles a desarrollar caries, es posible que el dentista pueda recomendar un enjuague fluorado diario.

Preguntar al dentista sobre la aplicación de selladores dentales en niños. Un sellador es un recubrimiento protector aplicado sobre la superficie de masticación de los dientes posteriores, que sella los surcos que tienden a acumular restos de comida y protege así el esmalte dental. Los Centros para Control y Prevención de Enfermedades recomiendan selladores para todos los niños en edad escolar.

Los niños deberían usar hilo dental tan pronto como fuera posible, ya que es la manera más efectiva de eliminar las partículas de comida y la placa dental entre los dientes. Para la mejor protección contra las caries, procurar que usen el hilo dental al menos una o dos veces al día. Pasarlo entre los dientes de la parte de atrás, ya que los niños tienden a no cepillar esas áreas tan bien como las del frente.

Disminuir el consumo de bocadillos y bebidas que contienen azúcar ayuda también a prevenir las caries en los niños. El azúcar está vinculado a las caries porque, si no se elimina completamente de los dientes, las bacterias en la boca lo utilizan y producen ácidos.

Con el tiempo, el ácido desgasta la dura capa externa de esmalte dental, y así se inician las caries. Las bebidas con un alto contenido de azúcar, como jugos de frutas fortificados y bebidas carbonatadas, pueden provocar caries, especialmente cuando se beben durante todo el día.

Llevar a los pequeños al dentista regularmente. La mayoría de los niños necesitan revisiones dentales dos veces al año, aunque algunos pudieran requerirlas más a menudo. Tratar de elegir un dentista y consultarlo durante la infancia de los hijos, puesto que conoce su historia dentaly está familiarizado con cualquier necesidad especial.


lunes, 13 de abril de 2015

Los peligros de los blanqueamientos dentales caseros

Mucha gente opta por blanquear sus dientes con métodos domésticos, pero ¿es aconsejable hacerlo de esta forma? Una odontóloga cuenta qué podemos hacer para tener una sonrisa bonita y saludable


Un blanqueamiento dental no es un tratamiento para tomar a la ligera y en los últimos tiempos han proliferado todo tipo de procedimientos que prometen una sonrisa blanca y bonita pero que no hablan de los posibles riesgos que corre la boca si no se hace con garantías. La doctora María Piedad Estefan Espitia, de la Clínica de Odontología y Medicina Estética Health & Smile y miembro de Saluspot, nos cuenta los peligros de un blanqueamiento sin supervisión.

Los peligros de los blanqueamientos dentales caseros

Los peligros de los blanqueamientos dentales caseros

Los blanqueadores dentales «caseros» al igual que las pastas blanqueadoras han ido ganando adeptos desde su salida al mercado y han proliferado las ofertas de tratamientos en clínicas de estética, peluquerías o spas que utilizan sustancias blanqueadoras (como peróxido de hidrógeno o el peróxido de carbamida) como las que se utilizan en consulta pero en una proporción tan mínima que no producen ningún efecto real así como otros «materiales abrasivos» que, aclara la doctora, son productos que «rayan el diente y al rayarlo parece que es más blanco», lo que «está totalmente desaconsejado» ya que, recuerda esta odontóloga, «el esmalte es el único tejido del ser humano que no se vuelve a reproducir, esmalte que se pierde es esmalte perdido para siempre». Lo que van a hacer estos productos es aclarar un poquito el tono pero no van a conseguir unos resultados estéticos reales.

Es importante tener en cuenta que estos tratamientos «sean inocuos y que minimicen los efectos secundarios de un tratamiento estético» antes de proceder a poner nuestra boca en riesgo. Los grandes peligros de un tratamiento abrasivo o no controlado pasan por «una sensibilidad extrema, el mencionado desgaste o la pérdida de esmalte así como que no dé el resultado adecuado hasta provocar unos dolores increíbles si se pone sobre un diente que tiene una caries» relata la doctora Estefan.

Ante todo es importante que un profesional valore «qué tipo de esmalte tienes, si tiene permeabilidad y, por lo tanto, la sensibilidad que va a tener así como si los hábitos y la forma de vida que tienes es compatible a largo plazo con un tratamiento de blanqueamiento», explica la doctora Estefan, ya que estas variables «condicionarán mucho el resultado final».

Otro factor a tener en cuenta es que a los pacientes con problemas de encías hay que valorarlos previamente «porque pueden desarrollar sensibilidades importantes ya que tienen las raíces descubiertas». Además, no todos los pacientes ni todos los colores de dientes reciben el mismo protocolo de blanqueamiento, «hay que hacerlo a medida de cada diente».

Muchos son también los «trucos de la abuela» con bicarbonato, vinagre, limón, etc... a los que siempre se recurre sin pensar que también pueden tener efectos nocivos sobre la dentadura. Aunque «pueden ayudarnos nunca van a tener los mismos resultados que un blanqueamiento dental clínico con sustancias químicas». La doctora Estefan explica que el bicarbonato también se usa en consulta «para quitar manchas de tabaco, de té, de café... pero de forma puntual con máquinas especiales y con un grosor y una técnica adecuada», pero si todos los días «te lavas los dientes con eso vas a destruir el esmalte» aunque «al principio parezca que esas pequeñas manchas ocasionadas por la dieta desaparecen». Y si se abusa de estos trucos podemos acabar produciendo abrasiones importantes que luego haya que «completar con carillas de porcelana».

Recomendaciones para tener la sonrisa más bonita


Sin tratamiento de blanqueamiento, la doctora recomienda tener una dieta pobre en alimentos con colorantes potenciales, no tomar café, no fumar, tomar té blanco o verde en vez de negro, tener una higiene bucodental adecuada, visitar al dentista para hacer limpiezas cada seis meses o por lo menos una vez al año. «Con eso vamos a conseguir tener una boca sana y con un blanco natural», recalca.

Si se quiere hacer un blanqueamiento hay que acudir al especialista para que haga un diagnóstico en un centro dental homologado que utilice materiales aprobados por la Comunidad Económica Europea y que sean de estricto uso médico.

Para conseguir el blanco nuclear que se estila ahora eso se consigue bajo dos tratamientos clínicos fundamentalmente: un blanqueamiento dental clínico o con sistemas estéticos más elaborados como las carillas de porcelana. El primero se puede hacer en consulta o en casa. En clínica consiste en un concentrado de peróxido de hidrógeno en una concentración muy elevada que puede ser activado o no por luz (láser, led...) o con activadores químicos que no necesitan luz. En casa se utiliza peróxido de carbamida al 16% con el que se rellenan unos moldes a medida del paciente para que se lo ponga en la boca durante el tiempo que le haya dicho el dentista durante dos o tres semanas o hasta un mes.

Estos métodos «son inocuos y son los que más duran aunque dependerá de la dieta del paciente». Esto es porque «si eres fumador, bebes vino tinto, bebés café, etc... por muchos blanqueamientos nunca podremos los mantener esos resultados a lo largo del tiempo porque el diente se vuelve a teñir aún más». Eso en el caso de los tratamientos profesionales por lo que un blanqueamiento casero se verá completamente anulado aún corriendo los riesgos asociados a estos métodos.

Fuente: http://bit.ly/1z9u5MM

sábado, 11 de abril de 2015

Una higiene bucodental deficiente es un factor de riesgo del cáncer

Esta semana se ha celebrado el Día Mundial de la Salud Bucodental y por lo que analizamos algunas de las claves para tener una boca sana.


Según Vitaldent, este trastorno lleva a una media de 1.000 pacientes anuales a sus clínicas, por lo que es la enfermedad bucodental más común en España, junto con las periodontales.

Una higiene bucodental deficiente es un factor de riesgo del cáncer

Una higiene bucodental deficiente es un factor de riesgo del cáncer

En este sentido, el director médico de este grupo de clínicas, Gustavo Camañas, explica que la caries dental es una patología producida por la bacteria estreptococos mutans, cuyo principal alimento es la sacarosa. Por este motivo, «la reducción de la ingesta de azúcares, una dieta equilibrada, una buena higiene dental y el uso de flúor» son nuestros principales aliados para prevenir esta patología, explica.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las dolencias bucodentales comparten factores de riesgo con las cuatro enfermedades crónicas más importantes. Una higiene bucodental deficiente, junto a una dieta malsana, el tabaquismo y el consumo nocivo de alcohol, se convierte en un importante factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las patologías respiratorias crónicas y la diabetes, por lo que no debemos menospreciar la importancia de cuidar nuestra higiene bucodental.

Hay determinados alimentos que, siempre y cuando se tenga una correcta higiene bucodental, ayudan a prevenir la caries especialmente «aquellos ricos en calcio como por ejemplo la leche, el yogurt natural y el queso» explica el doctor Camañas, ya que al ingerirlos «se elevan los niveles de PH y se produce una mayor producción de saliva». Frutos secos, plátanos, manzanas y naranjas, guisantes o incluso coles de Bruselas son también alimentos que también favorecen la salivación.

El tiempo de permanencia de los restos de comida en la boca es otra de las claves para que se produzca la caries, por lo que recomiendan cepillarse los dientes después de cada comida con pasta dentífrica fluorada, «sobre todo por la noche, ya que mientras dormimos disminuye la salivación y aumenta la temperatura lo que provoca la proliferación de bacterias».

Asimismo, Camañas aconseja visitar al dentista cada 6 meses para hacer una revisión, y no utilizar productos estéticos, como blanqueadores, sin la supervisión del especialista.

Fuente: http://bit.ly/1D7izp9

domingo, 5 de abril de 2015

Cómo se usa la seda dental

El uso de la seda dental es una parte esencial de cualquier rutina de cuidado de la salud oral. Se recomienda usar la seda dental al menos una vez al día para lograr una salud oral óptima. 


Con el uso de la seda dental todos los días, se ayuda a eliminar la placa de las áreas entre los dientes donde el cepillo no puede llegar. Esto es importante porque  la placa que no es eliminada por el cepillado y el uso de seda dental con el tiempo puede endurecerse y formar sarro. La seda dental también ayuda a prevenir las enfermedades de las encías y las caries.

Cómo se usa la seda dental
Cómo se usa la seda dental

¿Cuándo es el mejor momento para usar el seda dental? ¿Antes o después del cepillado?


Lo más importante sobre la seda dental es usarla. Selecciona una hora del día en que puedas dedicar un par de minutos extra para tu atención dental. Las personas que están demasiado cansadas al final del día pueden beneficiarse de usar la seda dental a primera hora de la mañana o después de comer.

Y no te olvides, ¡los niños también necesitan usar la seda dental! Debes usar la seda dental en los dientes del niño tan pronto como tenga dos dientes que se toquen. Debido a que la seda dental exige una destreza manual que los niños muy pequeños no tienen, debes ser capaz de usarla en su boca. Ten en cuenta que el uso de la seda dental no debe ser doloroso. 

Cómo se usa la seda dental

Es posible que sientas malestar cuando empieces a usar la seda dental, pero no te rindas. Con el cepillado diario y con el uso de la seda dental, deberías aliviar el malestar en una semana o dos. Si el dolor persiste, consulta a tu dentista. Si encuentras difícil el empleo de la seda dental, considera un método diferente de uso de seda dental. Las personas que tienen dificultad para manejar la seda dental pueden preferir utilizar otro tipo de limpiador interdental como un removedor de madera o palillos de dientes. Pregunta a tu dentista cómo usarlos correctamente para evitar posibles lesiones en las encías. Podría ser que sólo tengas que probar con otro tipo de seda dental encerado, sin cera o de hilo grueso. Quédate con el que te guste y habrás adoptado un hábito saludable para toda tu vida.

domingo, 29 de marzo de 2015

Los implantes dentales y su último reto: la naturalidad

Las nuevas técnicas de  implantes dentales ofrecen una sonrisa lo más natural posible, gracias a la cirugía guiada por ordenador y técnicas de impresión en 3D


Ya sea por una mala higiene o por un suceso traumático, a veces un dentista se ve obligado a sustituir un diente o varios. De hecho, cada vez es más común. Anualmente, en España se colocan unos 800.000 implantes dentales. No sólo eso, sino que esta cifra crece a razón de un 20% anual, un aumento comparable al de países como Estados Unidos.

Los implantes dentales y su último reto: la naturalidad

Los implantes dentales y su último reto: la naturalidad

Estos implantes dentales se componen, habitualmente, de una raíz de titanio puro que, como un tornillo, va anclada al hueso maxilar o a la mandíbula. Y encima de ella, una prótesis que imita al diente desaparecido.

Tradicionalmente, los implantólogos con más o menos pericia no tenían problema en sustituir una, dos o tres piezas dentales por implantes, pero sustituir todos los dientes representaba un problema, y sólo dejaba una alternativa: la dentadura postiza de quita y pon, flotando cada noche en un vaso de agua sobre la mesilla. Lo de estas castañuelas «se sigue haciendo, pero no se puede comparar en cuanto a confort y calidad de vida personal a una prótesis que vaya fija, anclada al hueso, y que sólo se quite si el dentista lo necesita», explica José Manuel Reuss, odontólogo en la madrileña clínica Vilaboa.

Reconstruir la sonrisa original con implantes dentales


Más que obligar a todo el mundo a lucir la misma sonrisa, como ocurre a menudo en Hollywood, lo que se busca con los nuevos implantes dentales, asistidos por ordenador y con tecnología de impresión 3D, es lograr reconstruir la sonrisa original del paciente. «Antes nos conformábamos con colocar el implante y saber que le estábamos devolviendo al paciente una función, que era la de masticar», dice Reuss. «Se caía un diente, colocábamos un implante y el paciente ya podía comer bien, pero hoy en día eso ya no es suficiente, los pacientes nos piden más, piden que el implante no sea sólo un elemento práctico sino que les aporte esa naturalidad perdida, que puedan no sólo masticar sino también sonreír como antes».

Como consecuencia, estas nuevas técnicas hacen de la operación algo mucho menos invasivo y acortan el periodo de convalecencia. Como explica Rodrigo Martínez Orcajo, experto en implantología de la Clínica Implan-T de Madrid, la cirugía tradicional «implicaba abrir la encía, exponer el hueso, colocar los implantes y después cerrar con puntos. Tras esto, el paciente llevaba una prótesis de quitar y poner». Esto suele ser problemático, ya que, tras la cirugía tradicional, se pierden entre 2 y 4 milímetros de hueso, lo que hace que la prótesis no siempre encaje al dedillo. Esta oscilación puede ir irritando la encía que cubre los implantes, algo que puede devenir en una infección o, incluso, una pérdida de los mismos.

Además, esta práctica conllevaba una espera de varios meses, a lo que había que añadir un mes extra para confeccionar la prótesis definitiva. Imagine estar seis o siete meses sin los dos dientes delanteros. Esa urgencia llevó a los dentistas a instalar, sobre los propios implantes, unos dientes temporales hechos de acrílico. Algo que, pese a ser provisionales, reducían el riesgo de inflamación, infección, o, en definitiva, pérdida ósea.

Asistencia informática para implantes dentales


Entonces se descubrió la cirugía guiada por ordenador. «Es diferente porque ya no hay que abrir la encía», explica Martínez Orcajo, «dado que vamos a practicar una férula quirúrgica que se va a insertar en el maxilar del paciente, lo que va a permitir que situemos los implantes en las coordenadas más apropiadas, tanto desde el punto de vista del hueso como de la prótesis».

El ordenador crea, en función de los datos introducidos, una férula exacta que posteriormente es reproducida en resina con una impresora 3D. Esto significa que el implante, y por tanto el diente artificial, estará colocado milimétricamente en la posición requerida.

En la cirugía odontológica tradicional, el cirujano no tenía nunca referencias de la posición en la que iban a ir los implantes. Podía colocarlos en una posición o con un ángulo de inclinación incorrectos y que la prótesis por tanto, se comportara de una manera incorrecta. Sin embargo, la cirugía guiada ha permitido relacionar la futura dentadura que va a tener el paciente, es decir, el diseño de los implantes, con el hueso.

«Además, la cirugía guiada, ya que se hace con un ordenador, permite medir exactamente las densidades óseas o ver dónde están las estructuras anatómicas importantes», dice Martínez Orcajo. Todo esto lleva, dicen los dentistas consultados, a que la cirugía sea más exacta, sin abrir y que por tanto el paciente pase un periodo post-operatorio mucho más cómodo.

Además, gracias a esta tecnología, «también podemos recrear la anatomía que falta por medio de varios implantes», dice Reuss. «Para hacer lo que era un puente tradicional, tallando los dientes vecinos, ahora no necesitamos hacer esto, sino que colocamos varias raíces artificiales en el hueso y con eso suplimos esa falta de anatomía».

El siguiente paso de los implantes dentales


La cirugía guiada por ordenador tiene un problema. «Esta técnica, en la exodoncia de todos los dientes, no se puede aplicar. Se puede aplicar en los que requieran exodoncia de uno o de varios, pero siempre vas a ir perdiendo precisión», advierte Martínez Orcajo, cuya clínica desarrolla, bajo su supervisión, una nueva técnica -con dos patentes registradas- que ellos conocen como Implantes 4D.

Como el mismo nombre indica, la clave está en la cuarta dimensión: el tiempo. Con el uso de ordenadores, impresoras 3D y fresadoras de última generación, es posible ahorrarse muchas semanas e incluso tener instaladas las nuevas prótesis justo después de retirar los dientes originales. «Gracias a la férula, podemos confeccionar antes de la intervención unos dientes provisionales para el paciente, que son insertados en el mismo acto quirúrgico en que se colocan los implantes», dice este dentista.

Además, este nuevo tipo de implantes incrementan la precisión, incluso con respecto a los instalados con cirugía guiada por ordenador. «La cirugía guiada se apoya en la encía del paciente, que como tiene un grosor, provoca que la férula tenga una cierta oscilación, nunca va a quedar en el sitio exacto y hay desviaciones de los implantes, de aproximadamente 0,7 milímetros».

Implantes dentales 4D


Los nuevos implantes 4D, sin embargo, están registrando una desviación de los implantes siempre inferior al medio milímetro. «¿Por qué? Porque te permiten quitar los dientes y tener los dientes provisionales antes de la intervención», dice Martínez Orcajo. «La férula se ancla sobre los dientes, se estabiliza sobre algo rígido y no sobre una mucosa o un diente recién extraído que puede afectar a la estabilidad».La técnica beneficia ostensiblemente a un colectivo como el de la gente mayor, más proclive a perder todos sus dientes.

Y el futuro, invariablemente, apunta en esa dirección: impresoras 3D y fresadoras junto a las clínicas, dientes originales diseñados de manera virtual y reemplazados en horas, no en meses.

Lo que hay que saber antes de ir al dentista por un implante dental


¿Cuánto cuestan?

El precio de uno de estos implantes de última generación depende del trabajo requerido, pero suelen estar sobre los 1.200 euros (la mitad para la base de titanio y el resto para la prótesis del diente).

¿Cuánto tardan?

Gracias a la cirugía guiada por ordenador se ha acordado considerablemente el tiempo. Aún así, dado que muchas clínicas tienen que fabricar fuera los implantes y prótesis, el plazo estimado es de 6-7 días desde la operación.

¿Cuánto duran?

Según el doctor Reuss «no se puede decir que algo es para toda la vida, pero si un implante se cuida bien y se siguen nuestras indicaciones, podemos garantizar que puede estar muchos años sin problemas».

¿Qué técnica es la más recomendable?

Para casos en los que se necesite sustituir únicamente una sola pieza dental, las técnicas algo más tradicionales o las de cirugía guiada por ordenador ofrecen resultados similares de éxito. Sin embargo, si son dos o más piezas, las nuevas técnicas logran una fiabilidad y una convalecencia mucho mayor con diferencia.

Fuente: http://bit.ly/1D5UDUQ

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Impresoras en 3D

sábado, 21 de marzo de 2015

Por qué no debes cepillarte los dientes tras comer y otros consejos de higiene

Desde niños nos han enseñado que debemos cepillarnos los dientes tres veces al día, después de cada comida y durante tres minutos, pero ¿es cierto?


Desde niños nos han enseñado que debemos cepillarnos los dientes tres veces al día, después de cada comida y durante tres minutos, pero los dentistas no tienen claro que esta sea la mejor de las recomendaciones, máxime cuando mucha gente ni siquiera realiza el cepillado de forma correcta. La literatura científica al respecto suele ser más laxa con las frecuencias –los dientes deben cepillarse durante dos minutos y dos veces al día–, pero es más específica en cuanto al momento y la manera en que debemos usar el cepillo. Por desgracia, mucha gente ni siquiera llega a plantearse esto.

Por qué no debes cepillarte los dientes tras comer y otros consejos de higiene
Por qué no debes cepillarte los dientes tras comer y otros consejos de higiene
Según reveló ayer el V estudio anual sobre Hábitos Bucodentales en niños realizado por Vitaldent en colaboración con la Universidad de Murcia, el 10,9% de los niños no se cepilla todos los días y sólo el 60,6% lo hace antes de irse a la cama –de largo, el  momento más importante–. Entre los adultos la frecuencia de cepillado es aún menor. Según la encuesta poblacional sobre la salud bocudental en España, realizada por el Consejo de Dentistas de España en 2010, el 12% de los españoles mayores de 14 no se cepilla los dientes todos los días, y un 2,3% no lo hace nunca.

Nuestra concepción de la salud bucodental, además, suele estar equivocada. Estas son varias recomendaciones sobre el cepillado de dientes que todos deberíamos conocer (y no conocemos).

1. Los dientes no deben lavarse hasta media hora después de comer


Cepillarse los dientes inmediatamente después de comer es uno de los errores más extendidos. Parece lógico pensar que el mejor momento para lavar la dentadura es después de usarla, pero es una idea equivocada. Si hacemos esto frotareos el ácido, el mayor enemigo de nuestros dientes, contra éstos, haciendo que su efecto sea más intenso y duradero.

“Cuando comes o bebes algo ácido el pH de tu boca disminuye y tarda un tiempo en volver a la normalidad”, explicó al Wall Street Journal el presidente de la Academia de Dentistas estadounidense Jeffrey Cole. El pH ideal de nuestra boca se sitúa en torno al 7, mientras que un refresco (aunque sea light) puede ser hasta de 2,5, “parecido al del vinagre”.

El ácido desmineraliza y debilita la superficie del diente, lo que nos hace más propensos a la caries. Según demostró un estudio publicado en 2004 en la revista General Dentistry, si nos cepillamos los dientes justo después de comer el proceso se intensifica, pues repartimos el ácido por toda la boca y, además, empujamos éste contra los dientes. Por el contrario, tal como explica Cole, si nos cepillamos después de 30 minutos, “la saliva de nuestra boca hará que disminuya el nivel de acidez sin frotar estas sustancias contra nuestros dientes”.

2. Tras las comidas lo mejor es enjuagarnos la boca con agua (o colutorio)


En vez de lavarnos los dientes, lo mejor que podemos hacer tras una comida es enjuagar la  boca con agua, que hará que los niveles de pH se situen dentro de la normalidad. Cole cree que es preferible que tengamos en el trabajo un bote de enjuague bucal antibacteriano que un cepillo. Tras las comidas podemos hacer una limpieza para prevenir que la placa se acidifique, una costumbre mucho más saludable que la de cepillarse después de comer.

3. Debemos barrer los dientes, no fregarlos.


A la hora de lavarnos los dientes nuestro objetivo debe ser eliminar los restos de comida y los microbios, no extenderlos por la boca. La manera correcta de cepillarse los dientes es de arriba a abajo, no de derecha izquierda, pues de esta forma no corremos el riesgo de llevar la porquería debajo de la encía, lo que genera sarro y gingivitis. Además, no debemos olvidarnos de limpiar los dientes por delante y por detrás, así como los espacios entre estos y la lengua. Es más importante limpiarse bien que estar tres minutos llevando el cepillo de un lado a otro.

4. Masticar chicles (o queso)


Masticar determinadas sustancias puede ayudar a nuestra boca a producir saliva, el mejor mecanismo natural con  el que contamos para reducir los niveles de ácido en los dientes. Los chicles sin azúcar son una buena opción, pues además de ayudarnos a salivar contienen xilitol, un sustituto de la sacarosa que, pese a endulzar, tiene propiedades anticariogénicas. Pero no es lo único que podemos masticar para proteger a nuestros dientes. Uno de los alimentos más recomendables a consumir para finalizar una comida es el queso, pues ayuda a reducir el pH de la placa bacteriana y tiene elementos que ayudan a los dientes a remineralizarse.

5. No abusar con la pasta de dientes


Si usamos demasiada pasta –algo de lo que se encargan los fabricantes de la misma, haciendo tubos con la abertura cada vez más grande– nuestra boca se llena de espuma, provocando una sensación de limpieza que no tiene por qué ser real. Una buena técnica para cepillarnos los dientes correctamente (como hemos apuntado en el punto 3) consiste en realizar un primer lavado de estos sin pasta de dientes, lo que nos ayudará a ser más concienzudos en nuestro cepillado, para después volver a hacer un repaso con la pasta.

6. Lavarnos siempre los dientes antes de ir a la cama


Cepillarse los dientes antes de acostarnos es básico para mantener una correcta higiene bucal, pues es el momento del día en el que el lavado es más necesario. Por la noche salivamos menos y las sustancias cariogénicas campan a sus anchas por nuestra dentadura, por ello es imprescindible que las eliminemos por completo antes de ir a la cama. El cepillado nocturno, sin embargo, es el que más veces se obvia, sobre todo entre los niños. Según el estudio sobre Hábitos Bucodentales en niños, tan sólo el 60,6% de los niños se cepilla los dientes antes de irse a la cama, una cifra que resulta extremadamente elevada, máxime teniendo en cuenta que el 66,4% sí se los lava después de comer, al mediodía, cuando resulta menos importante (o, incluso, contraproducente).

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-09-18/por-que-no-debes-cepillarte-los-dientes-tras-comer-y-otros-consejos-de-higiene_28912/